sostenibilidad

El último par de años ha sido una conmoción mundial y nos ha sacudido de varias formas. La llamda a la sostenibilidad fue grande e hizo eco donde no había sido escuchada. 

En los comienzos de la pandemia la urgencia de redoblar esfuerzos para ayudar al planeta reduciendo nuestro impacto hacía este se escuchó con mucha fuerza. 

Pero aún hay dudas sobre cómo llegar a ella, sobre todo en las áreas donde solemos invertir en nuestros caprichos: moda, tecnología, entretenimiento, etc. 

Todo aquello que podría pasar por un ‘lujo’. 

En la cuarta Asamblea Ambiental de la ONU se lanzó la Alianza por la Moda Sostenible, que busca disminuir los residuos y las malas prácticas sociales. 

Entre ellos están los salarios bajos por jornadas prolongadas y en malas condiciones, la disparidad de género o la explotación infantil.

Todo esto se ve comúnmente en la Fast Fashion. La ONU y otras instituciones trabajan para que las empresas den buenas condiciones a sus trabajadores y usen materiales y procesos amigables con el ambiente.

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Pero también invitan al consumidor a hacer compras responsables, revisar las normas y etiquetas en la moda, investigar sobre moda justa y aprender sobre compras éticas. 

¿Puede mi sentido de moda, estilo, diseño, creatividad y personalidad tener una relación sana con el ambiente; ser única, justa y consciente al mismo tiempo? 

Sí. A veces puede costar un poco más de esfuerzo, pero sí es viable. 

Es una cuestión de compromiso, consciencia y sostenibilidad. 

Al dejar los descuentos, dejar de comprar aquello que no usaré inmediatamente y no consumir de forma habitual la Fast Fashion, hago mi vida más sostenible. 

Hay que tener en cuenta:

  • El tipo de materiales.
  • Investigar qué marcas son ambiental y socialmente
    responsables.
  • Buscar piezas que sean de calidad para que estas duren
    por más tiempo.
  • Deshacerme de ropa y accesorios de forma sensata.
  • Darle el mayor uso posible a mis prendas y accesorios.

De esta manera, ayudo al planeta. 

Por otro lado, una buena parte de tomar consciencia sobre sostenibilidad es observar en casa: 

    • Revisar todos los artículos que tengo.
    • Ver si realmente aún me gustan o me sirven.
    • Intercambiar con mi familia y amigos lo que ya no quiero
      o no me hace falta.
    • Donar o vender a un precio accesible aquellos que voy a
      eliminar.

He descubierto que varios materiales de mi vestuario son sintéticos y pueden desprender microfibras que dañan los cuerpos de agua, flora y fauna silvestre.

¿Qué puedo hacer si ya están mi casa?

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Instalar un filtro especial en las salidas de agua del desagüe de la lavadora para reducir la cantidad de desechos plásticos que se evacúan de mi vivienda, por ejemplo.

¿Qué más puedo hacer?

Existen dos herramientas útiles para administrar los recursos que ya tengo en mi hogar:Proyecto 333 y Guardarropa de Cápsula.

Con estas escojo un número de prendas de ropa para usar durante un periodo o temporada determinada para ver si me van bien y si son estas las que realmente necesito.

Un ejercicio común entre los que buscan una vida más minimalista.

Aunque suenen nuevas estas formas de replantearnos la moda, la verdad es que no lo son tanto.

Durante los 70’s, Susie Faux inventó el concepto Guardarropa de Cápsula (Capsule Wardrobe literal del Inglés); una forma minimalista de usar la moda.

En 1985 se popularizó en EU cuando la diseñadora Donna Karan creó su línea Siete Piezas Fáciles dónde sus modelos mostraban diferentes atuendos con las mismas prendas.

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Esto fue un éxito, ya que con pocos objetos de calidad se tenían más opciones para diferentes ocasiones sin invertir tanto dinero en diferentes vestuarios.

Courtney Carver escribió el libro “Proyecto 333: El reto de moda minimalista que prueba que menos realmente es mucho más” publicado el 3 de marzo de 2020.

Este reto consiste en usar 33 artículos por 3 meses. El top de la sostenibilidad.

Se trata de enfocarnos más en qué voy a vestir que en la moda en sí misma. Al hacerlo se probaría que “menos es mucho más”.

Este reto es una especie de Guardarropa de Cápsula que precisa no solo incluir ropa, sino joyería, zapatos, bolsas, bufandas, corbatas, pañuelos, etc.
Toda pieza necesaria para crear nuestro look.

En el Guardarropa de Cápsula el número de piezas que se sugieren en total son entre 25 a 37 elementos.

¿Funciona? ¿Tendrá éxito?

La funcionalidad de estas herramientas depende de lo mucho que me apego a las reglas.

Debo evitar comprar o escoger muchos objetos o prendas que se han guardado para otro periodo o temporada.

Algunas prendas serán funcionales por sí solas y en conjunto, otras no. Y eso me da un panorama de qué me sirve y qué busco. Esto me ayuda a refinar mi estilo y no perseguir tendencias vanas.

Una nota importante sobre estos instrumentos es que la ropa formal queda aparte; esto es si no es parte del guardarropa habitual (de todos los días).

Para esto es necesario pensar en:
1) las actividades diarias,
2) el tiempo libre y
3) la temporada en la que se van crear los conjuntos.

Estas estrategias no solo desafían mi creatividad con los elementos que tengo, sino que le dan un respiro a mi bolsillo.

Evitar la adquisición de nuevos artículos por un tiempo redefine lo que sé de mis gustos y mi estilo. Me hace cuestionar si se apega a mi personalidad.

Lo que me lleva a preguntar en relación a la sostenibilidad a través de mi ropa:

¿Esa pieza que solía ser mi favorita realmente me hace sentir bien ahora?
¿Me define?
¿Sigue siendo parte de mi expresión creativa?
¿Existe alguna prenda que funcione mejor?
¿Este vestuario declara correctamente lo que estoy tratando de decir?

Y así, sucesivamente, voy analizando intencionalmente mi vestuario en el momento presente, ayudándome a depurar con amor lo que ya no conecta conmigo. Pero siempre, sensata y conscientemente.

Una buena fuente de moda sería buscar personas o empresas que sean conscientes de la problemática ambiental.

Que sean responsables socialmente con las personas y comunidades con las que trabajan y creen artículos con materias primas naturales, reciclables/recicladas o fácilmente biodegradables, moda consciente y sostenible para un futuro mejor.

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